xylella fastidiosa

La bacteria afecta a cada planta hospedante de una forma diferente en función de la subespecie de la que se trata.

El daño en la planta se provoca cuando la colonia de bacterias se acumula en el xilema y con ello obstruye la circulación del agua y los nutrientes que llegan desde las raíces. De esta forma "no llegan" ni agua ni nutrientes a las hojas y brotes, lo que provoca su desecación y el progresivo deterioro de la planta hasta que muere.

La bacteria se transmite por la acción de insectos vectores, principalmente cicadélidos, afrofóridos y cercópidos, que son hemípteros chupadores que se alimentan absorbiendo las sustancias que circulan por el xilema.

Llegar a alimentarse del xilema no es fácil, pues es un tejido lignificado al que no llegan todos los insectos que “pican” a la planta. La bibliografía se centra en un grupo de 43 especies presentes en la Unión Europea.

Al picar una planta infectada, estos insectos (en su estado adulto o en ninfa) absorben la savia infectada de bacterias. Al cambiar de planta y volver a picar para seguir alimentándose infecta a la planta sana.

El radio de actuación de los insectos vectores es relativamente pequeño (100 m), por lo que la principal vía de propagación es el comercio de plantas contaminadas (los desplazamientos son mucho mayores que el radio de acción del insecto vector).

Los insectos vectores quedan infectados de por vida, pero la infección no persiste en los estados ninfales después de la muda ni se transmite a los huevos.

Las familias de insectos vectores potenciales de xylella fastidiosa en la Comunitat Valenciana son Aphorophoridae y Cercopidae, siendo los del género Philaenus y Cercopis los más numerosos.

La xylella fastidiosa afecta a más de 360 especies de plantas hospedantes (cultivadas, ornamentales, forestales y malas hierbas).

Cada subespecie puede afectar a plantas diferentes en zonas distintas y hacerlo con intensidades dispares.

La Comisión Europea actualiza constantemente la lista de plantas hospedantes susceptibles a cada subespecie de xylella fastidiosa: actualización septiembre 2021

La detección de la bacteria es especialmente problemática porque:

1. Extraer la bacteria del xilema y su cultivo en laboratorio es especialmente complicado.
2. La concentración de bacterias en la planta puede ser muy baja.
3. La distribución de bacterias puede variar de una rama a otra.
4. La población de la bacteria fluctúa a lo largo del año.
5. Los síntomas no siempre son indicativos de la presencia de bacteria.

Es decir, los síntomas para identificar la presencia de la bacteria se pueden confundir con estrés hídrico, déficit de nutrientes, salinidad, enfermedades fúngicas o plagas. Por otra parte, el análisis de las muestras resulta complejo y lento.

No obstante, el síntoma más característico es el quemado de hojas y brotes. Una parte verde se seca de repente, volviéndose marrón, mientras que los tejidos adyacentes permanecen amarillos o rojizos.

Como ya se ha comentado, en la actualidad no hay remedio para esta enfermedad, por lo que solo cabe poner en práctica medidas para evitar su propagación e infección:

1. Control del movimiento y del comercio del material vegetal de zonas infectadas.
2. Control del insecto vector.
3. Prácticas agrarias para evitar condiciones propicias para la propagación de la bacteria.
4. Aplicación de los protocolos establecidos por la UE:
   1. Protocolos de erradicación en nuevos focos.
   2. Protocolos de contención en zonas ampliamente afectadas.

Aplicación del Plan de Contingencia Valenciano frente a la xylella fastidiosa.

Cuando se aprecien indicios o síntomas de la presencia de la enfermedad, se debe contactar con el teléfono gratuito 900 532 000 y seguir las instrucciones de los expertos que atienden este servicio de la Conselleria de Agricultura que atienden este servicio.